Blog
Dar en el Nuevo Testamento
- diciembre 4, 2025
- Publicado por: Alianza del Reino
- Categoría: Kingdom Advancers International
20 de agosto de 2017
Por: David Hoskins
Es bueno ver que gran parte del Cuerpo de Cristo se está moviendo en la dirección correcta.
Centralizar nuestras ofrendas dentro del ministerio apostólico nos mantiene enfocados en lo que es primario.
En el Nuevo Testamento, las finanzas eran administradas por los apóstoles, y la mayoría de ellos eran translocales por la necesidad misma de avanzar el Evangelio del Reino de región en región. Centralizar la ofrenda dentro del ministerio apostólico es clave.
Según mi entendimiento, no hay un solo ejemplo en la Biblia de creyentes levantando ofrendas para que permanecieran dentro de una asamblea local. Ni siquiera pensaban de esa manera. Sin embargo, sí tomaban ofrendas y las guardaban para cuando llegara el equipo apostólico.
En el Nuevo Testamento solo vemos dos razones reales por las cuales se tomaban ofrendas:
- Para los santos necesitados, viudas y huérfanos.
- Para el avance del evangelio mediante el apoyo al ministerio apostólico.
Hemos heredado un sistema roto que se enfoca en vitrales en lugar de en piedras vivas. Es tiempo de repararlo estableciendo bases apostólicas de ministerio de manera regional, como Pablo lo hizo en Éfeso. Ministerios o expresiones regionales de iglesia que se enfoquen en equipar y enviar, más que en reunir y agradar.
Es tiempo de ayudar a las iglesias a transitar hacia un estilo de ministerio de quíntuple don, donde el ministerio apostólico y profético ocupen un rol primario y secundario.
1 Corintios 12:28 (NVI)
Y en la iglesia Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles, en segundo lugar a los profetas, en tercer lugar a los maestros; luego los milagros…
Establecer nuevos fundamentos nos permite reparar lo que está dañado.
Este es un tiempo de tender puentes y, en algunos casos, nuestro enfoque es reformar fundamentos existentes, lo cual es mucho más difícil que construir unos nuevos.
El mayor desafío es cambiar nuestro enfoque. El 80% de lo que la mayoría de las estructuras eclesiásticas gastan no tiene mucho que ver con el Reino, y sí demasiado con mantener a las ovejas contentas.
Los edificios son útiles, pero deberíamos invertir mucho más de nuestra fuerza financiera en desarrollar las piedras vivas, que son los verdaderos bloques de construcción para la transformación comunitaria.